GUERRA DE INDEPENDENCIA Y ESCUDO
Aquí tuvo el cura José María Morelos y Pavón una de sus famosas victorias, el día 22 de enero de 1812. De hecho, hay un pasaje curioso que escribió Don Heriberto Frías en su libro “Episodios Militares Mexicanos” respecto a algo sucedido con un cañón y que una parte de su historia se da en Tenancingo, justamente a manos de Morelos:
“Fundida en Manila pasó al puerto de San Blas de donde Hidalgo la hizo trasladar a Guadalajara, Calleja lo capturó en la batalla de Calderón, pasando a las fuerzas de Emparan, quien la llevó a Toluca de donde la sacó Prolier, y los soldados de Morelos se la arrebataron en Tenancingo, conduciéndola a Cuautla donde volvió a Calleja”.
Por eso destaca que el escudo de Tenancingo tenga entre sus cuarteles, uno que muestra al combativo cura Morelos. (Y junto a él se ve un carrete del material para hacer rebozos).
MIRADOR CRISTO REY
Yendo por la avenida principal de Tenancingo, llamada Insurgentes, se da vuelta en la avenida Nezahualcóyotl. En la segunda calle (llamada Guillermo Prieto) dar vuelta a la derecha, y seguir todo derecho, un poco más de 3 kilómetros en auto es la subida hasta el punto más alto del mirador donde está la imagen de Cristo Rey.
Actualmente, el último kilómetro es de terracería muy accidentada.
Pueden pasar las camionetas, pero con auto es importante hacer oportunas consideraciones.
También hay un sitio de taxis en la subida. Una opción es dejar el auto propio en ese lugar donde están los taxis y tomar uno que por subir y bajar al sitio cobraría alrededor de 70 pesos.
Subir por las escaleras significa más de mil escalones, lo cual es aprovechado como un reto por las personas de espíritu deportivo, quienes en diferentes horas del día, ejercitan su cuerpo.
A quienes llegan a la cúspide la vida les da un premio, contemplando la vista del poblado de Tenancingo así como del verde entorno que lo rodea. Se ve también al famoso Nevado de Toluca.
La gran figura de Cristo que se encuentra arriba fue construida en 1985, y en las noches que se ilumina destaca de forma muy peculiar, vale la pena verlo.
Actualmente, el último kilómetro es de terracería muy accidentada.
Pueden pasar las camionetas, pero con auto es importante hacer oportunas consideraciones.
También hay un sitio de taxis en la subida. Una opción es dejar el auto propio en ese lugar donde están los taxis y tomar uno que por subir y bajar al sitio cobraría alrededor de 70 pesos.
Subir por las escaleras significa más de mil escalones, lo cual es aprovechado como un reto por las personas de espíritu deportivo, quienes en diferentes horas del día, ejercitan su cuerpo.
A quienes llegan a la cúspide la vida les da un premio, contemplando la vista del poblado de Tenancingo así como del verde entorno que lo rodea. Se ve también al famoso Nevado de Toluca.
La gran figura de Cristo que se encuentra arriba fue construida en 1985, y en las noches que se ilumina destaca de forma muy peculiar, vale la pena verlo.
En estas fotos se aprecia la figura de Cristo y el cerro en el que está ubicado, a cuyo pie está una iglesia.
FIESTAS
La de la Virgen de Dolores en el Calvario es una de las más concurridas y tiene lugar dentro de la población. La fiesta de la Virgen del Carmen dura todo el mes de julio y se lleva a cabo en el Convento de dicho nombre a 13 km de distancia. También destaca la fiesta de San Francisco el 4 de octubre.
REBOZOS (EL MAYOR PRODUCTOR DE MEXICO)
La artesanía más típica de Tenancingo es el rebozo, de la que se considera el mayor productor nacional. Es conveniente recordar que el rebozo es una prenda femenina de origen prehispánico en el que se ha cargado a infinidad de bebés, tanto de la época anterior a la Colonia, durante la Colonia (cuando toma arraigo la producción de esta prenda en Tenancingo) y hasta nuestros días.
Somos muchos los que fuimos cuidados por una nana durante nuestra infancia, y cargados en su trabajadora espalda metidos en un cálido rebozo. Y que decir de los que van a la espalda de su propia madre.
Esta prenda que une a los infantes al calor de una mujer, es mucho más que una artesanía.
Hay rebozos tejidos en otate (a la cintura) como en telar de pedal. Los hay de hilo de algodón o de otros materiales.
Solo para hacer una breve remebranza de Cri Cri, quien cantaba que “la patita va al mercado con rebozo de bolita”.
Así se llaman esos rebozos de algodón, porque antes el algodón se vendía en “bolitas”.
Algo muy interesantes es que además de su larga tradición elaborando esta rica prenda nacional, en esta población se destaca su valor y belleza honrando el trabajo de los artesanos con una fiesta anual llamada Expo feria Rebozo celebrada en el Jardín Principal, en donde ellos pueden exponer y vender sus productos.
Entre actos artísticos, se da espacio para una pasarela de rebozos en donde las modelos muestran diferentes formas de portarlo. Esta exposición se inició en el año 2002 planteada como un evento anual, previo a la celebración de la Independencia.
La artesanía más típica de Tenancingo es el rebozo, de la que se considera el mayor productor nacional. Es conveniente recordar que el rebozo es una prenda femenina de origen prehispánico en el que se ha cargado a infinidad de bebés, tanto de la época anterior a la Colonia, durante la Colonia (cuando toma arraigo la producción de esta prenda en Tenancingo) y hasta nuestros días.
Somos muchos los que fuimos cuidados por una nana durante nuestra infancia, y cargados en su trabajadora espalda metidos en un cálido rebozo. Y que decir de los que van a la espalda de su propia madre.
Esta prenda que une a los infantes al calor de una mujer, es mucho más que una artesanía.
Hay rebozos tejidos en otate (a la cintura) como en telar de pedal. Los hay de hilo de algodón o de otros materiales.
Solo para hacer una breve remebranza de Cri Cri, quien cantaba que “la patita va al mercado con rebozo de bolita”.
Así se llaman esos rebozos de algodón, porque antes el algodón se vendía en “bolitas”.
Algo muy interesantes es que además de su larga tradición elaborando esta rica prenda nacional, en esta población se destaca su valor y belleza honrando el trabajo de los artesanos con una fiesta anual llamada Expo feria Rebozo celebrada en el Jardín Principal, en donde ellos pueden exponer y vender sus productos.
Entre actos artísticos, se da espacio para una pasarela de rebozos en donde las modelos muestran diferentes formas de portarlo. Esta exposición se inició en el año 2002 planteada como un evento anual, previo a la celebración de la Independencia.
DON EVARISTO BORBOA, MAESTRO REBOCERO
Un orgullo para la población y para el gremio artesanal es Don Evaristo Borboa Casas, quien nació en Tenancingo el 26 de octubre de 1926. A su taller llegan actualmente visitantes de Japón, Alemania, Estados Unidos, entre otros.
También como un orgullo para nuestro patrimonio nacional, México le otorgó el premio Nacional de Ciencias y Artes 2005 en la rama de Artes y Tradiciones populares.
En el evento para la entrega del premio, el periódico La Jornada lo entrevistó (publicado en el número de 1 de febrero 2006 en artículo de Fabiola Palapa Quijas), en donde el maestro expresó:
“Mis padres lo trabajaban; nosotros fuimos cinco hermanos y tres mujeres, pero sólo dos empezamos a elaborarlo. Mi hermano mayor lo hizo unos años, pero después se retiró.”
“'Si a una persona le gusta va a seguir hasta que aprenda, de otra manera una gente que es nerviosa o desesperada no aprende. Este trabajo es cansado, lento, no es cosa de que en ocho días uno sabe mucho. No, uno va poco a poco.”
La periodista, haciendo gala de su oficio, informa de manera resumida y sustanciosa que:
“Don Evaristo, quien ha sido ganador de varios concursos como el Nacional de Artesanías y el Gran Premio de Arte Popular con especialidad en rebozo, explicó que los tejedores en telar de cintura, para confeccionar sus piezas, deben aprender 14 pasos, entre ellos amarrar, teñir, desatar, apuntar, almidonar, montar al telar y tejer.
El artesano utiliza diferentes tintes como el añil, la semilla de achiote, el encino quemado, la cochinilla y otros colorantes tradicionales.
Don Evaristo fabricó su telar de otate (o de cintura) con dos barras que sostienen la urdimbre, uno o varios lizos (barras de madera o carrizos) y la varilla de paso, con la que abre el espacio para insertar los hilos de trama enmadejados en la bobina o lanzadera. Con el machete o espada -barra de madera pulida y lisa- aprieta los hilos de la trama.”
Cuando no hay ferias comerciales, la venta de rebozos en la localidad se concentra en la calle 14 de marzo.
La elaboración de rebozos es tan distintiva de la localidad, que incluso el escudo oficial de Tenancingo tiene en uno de sus cuarteles inferiores un cono de hilo natural en representación de la industria textil, principalmente la del rebozo.
Otras artesanías y productos regionales que se elaboran en Tenancingo son Cestería y licores de frutas.
También como un orgullo para nuestro patrimonio nacional, México le otorgó el premio Nacional de Ciencias y Artes 2005 en la rama de Artes y Tradiciones populares.
En el evento para la entrega del premio, el periódico La Jornada lo entrevistó (publicado en el número de 1 de febrero 2006 en artículo de Fabiola Palapa Quijas), en donde el maestro expresó:
“Mis padres lo trabajaban; nosotros fuimos cinco hermanos y tres mujeres, pero sólo dos empezamos a elaborarlo. Mi hermano mayor lo hizo unos años, pero después se retiró.”
“'Si a una persona le gusta va a seguir hasta que aprenda, de otra manera una gente que es nerviosa o desesperada no aprende. Este trabajo es cansado, lento, no es cosa de que en ocho días uno sabe mucho. No, uno va poco a poco.”
La periodista, haciendo gala de su oficio, informa de manera resumida y sustanciosa que:
“Don Evaristo, quien ha sido ganador de varios concursos como el Nacional de Artesanías y el Gran Premio de Arte Popular con especialidad en rebozo, explicó que los tejedores en telar de cintura, para confeccionar sus piezas, deben aprender 14 pasos, entre ellos amarrar, teñir, desatar, apuntar, almidonar, montar al telar y tejer.
El artesano utiliza diferentes tintes como el añil, la semilla de achiote, el encino quemado, la cochinilla y otros colorantes tradicionales.
Don Evaristo fabricó su telar de otate (o de cintura) con dos barras que sostienen la urdimbre, uno o varios lizos (barras de madera o carrizos) y la varilla de paso, con la que abre el espacio para insertar los hilos de trama enmadejados en la bobina o lanzadera. Con el machete o espada -barra de madera pulida y lisa- aprieta los hilos de la trama.”
Cuando no hay ferias comerciales, la venta de rebozos en la localidad se concentra en la calle 14 de marzo.
La elaboración de rebozos es tan distintiva de la localidad, que incluso el escudo oficial de Tenancingo tiene en uno de sus cuarteles inferiores un cono de hilo natural en representación de la industria textil, principalmente la del rebozo.
Otras artesanías y productos regionales que se elaboran en Tenancingo son Cestería y licores de frutas.
RESTAURANTE NIPAQUI
Ubicado en la calle de Matamoros No. 302 Norte, teléfono 01-714-1420414
Lo que era una hermosa hacienda con amplios sembradíos y extensos terrenos, tuvo dificultades cuando se cortó el cauce del río, y con ello se acabó una bonanza agrícola.
En la búsqueda de nuevos horizontes, la familia no se quedo de brazos cruzados.
Abrió este pintoresco restaurante que con todo el porte de una gran hacienda, atiende a sus clientes con calidad y sabor.
En su menú incluye sopa azteca, cecina, mixotes, mole poblano, mole verde, chuletas, carne asada, carne a la tampiqueña, arrachera.
Sus postres son duraznos en almíbar con rompope, fresas con crema, flan napolitano (su miel tiene un ligero sabor a fruta ya que es producción casera), pastel árabe, plátanos con crema, duraznos con higos secos.
Tiene mesas en su parte interior así como algunas en la zona exterior. Cuenta con un jardín y juegos infantiles, y hasta con una pequeña capilla.
Muy buena atención y precios estupendos para la calidad de la comida.
Lo que era una hermosa hacienda con amplios sembradíos y extensos terrenos, tuvo dificultades cuando se cortó el cauce del río, y con ello se acabó una bonanza agrícola.
En la búsqueda de nuevos horizontes, la familia no se quedo de brazos cruzados.
Abrió este pintoresco restaurante que con todo el porte de una gran hacienda, atiende a sus clientes con calidad y sabor.
En su menú incluye sopa azteca, cecina, mixotes, mole poblano, mole verde, chuletas, carne asada, carne a la tampiqueña, arrachera.
Sus postres son duraznos en almíbar con rompope, fresas con crema, flan napolitano (su miel tiene un ligero sabor a fruta ya que es producción casera), pastel árabe, plátanos con crema, duraznos con higos secos.
Tiene mesas en su parte interior así como algunas en la zona exterior. Cuenta con un jardín y juegos infantiles, y hasta con una pequeña capilla.
Muy buena atención y precios estupendos para la calidad de la comida.